El Presidente Alberto Fernández encabezó la rúbrica de contratos para la construcción del “Gasoducto Presidente Néstor Kirchner” en el partido bonaerense de Salliqueló.
“No queremos nunca más que las tarifas en la Argentina estén dolarizadas. Si nosotros estamos en Argentina, ¿por qué vamos a pagar el gas a precios internacionales si tenemos gas nuestro que podemos distribuir y que los argentinos nos paguen en pesos a precios razonables? Hace falta la inversión pública para que estos proyectos puedan prosperar”, enfatizó.
Durante la actividad, el primer mandatario estuvo acompañado por el ministro de Economía, Sergio Massa; los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof; La Pampa, Sergio Ziliotto; y Neuquén, Omar Gutiérrez; la secretaria de Energía, Flavia Royon; y el titular de Energía Argentina (ENARSA), Agustín Gerez.
Por otro lado, recordó que cuando llegaron al Gobierno se pusieron a ver cómo estaban las condiciones para llevar adelante proyectos de “esta magnitud”, y que vieron que en los cuatro años previos a su llegada (en alusión a la gestión de Mauricio Macri) la producción de gas había caído un ocho por ciento anual acumulándose.
En esa línea, entonces, enumeró una serie de medidas que el Gobierno nacional llevó adelante, tales como el plan Gas.Ar, “que nos permitió lograr récords de producción de gas en la historia argentina, que fueron posibles porque el Estado abrió oportunidades a empresarios, los empresarios dieron trabajo y empezaron a producir”.
A su turno, el ministro de Economía aseguró que el gasoducto se financió con el aporte solidario extraordinario que aprobara el Congreso en 2020, y que tiene que servir para entender que hay obras que son estratégicas y que deben ser políticas de Estado.
“El proyecto forma parte del enorme desafío que implica que esa cantidad infinita de recursos que tenemos como país la transformemos en riqueza para nuestra nación y en trabajo para nuestra gente”, señaló Massa.
De acuerdo a lo especificado, el “Gasoducto Presidente Néstor Kirchner” tendrá, en su primera etapa, una extensión de 583 kilómetros entre Tratayén (Neuquén) y Salliqueló (Buenos Aires); mientras que la segunda fase se extenderá desde ese partido bonaerense hasta San Jerónimo (Santa Fe), y aumentará en un 25% la capacidad de transporte de los gasoductos troncales del país.
La obra, por su parte, constará de 56.700 caños de acero de 12 metros de largo y atravesará 85 cruces especiales compuestos por ríos, rutas, líneas eléctricas y de ferrocarriles.