“Con esta nueva ley tenemos una herramienta concreta y potente para prevenir la resistencia antimicrobiana, que es un problema enorme para la salud pública. La semana pasada estuvo en nuestro país la directora de la OPS, Carissa F. Etienne, quien se reunió con el Presidente y le manifestó la calidad y la importancia de esta ley que es modelo en toda la región”, expresó la ministra de Salud de la Nación Carla Vizzotti sobre la norma.
A partir de la promulgación, la funcionaria consideró que ahora queda por delante un “desafío enorme” en relación a la reglamentación e implementación de la ley, en la cual los equipos del Ministerio de Salud ya se encuentran trabajando. “Esta ley tiene que llegar a cada rincón del país, desde un hospital de alta complejidad hasta un centro de salud de atención primaria, pasando por las farmacias. Por eso necesitamos avanzar fuertemente con una pata fundamental, que es la articulación federal y el trabajo con referentes de cada una de las jurisdicciones para llegar a todas las provincias”, enfatizó.
A su turno, Yedlin -uno de los impulsores de la ley- remarcó que la resistencia antimicrobiana es un gran problema de salud, ya que conjuntamente con el rechazo a las vacunas, “constituyen dos elementos enormemente complicados para los sistemas de salud que nos pueden hacer retroceder 100 años”.
El senador también explicó que se trata de una norma de orden público, por lo que las jurisdicciones no necesitan adherir y una vez promulgada pueden comenzar a trabajar para su implementación.
“Me parece que el resultado ha sido muy virtuoso y creo que lo importante de la ley, aparte de poner estos temas en la agenda pública, es que nos da la posibilidad de avanzar en la fiscalización de farmacias para controlar la venta archivada”, agregó.