Carmona se fugó de sus guardias de Chaco, provincia en la que se encontraba detenido, cuando visitaba a su novia en su casa de barrio Las Violetas, mientras la Selección Argentina jugaba la semifinal del Mundial de fútbol (en enero de 1986, Carmona asesinó a la joven Gabriela Ceppi).
Los legisladores radicales señalaron que la mala praxis del Servicio Penitenciario “generó la huida de Carmona, con el trágico desenlace de la muerte del taxista Jesús Javier Bocalón, de 42 años, producto de las heridas provocadas por quien debía estar custodiado”.
Si bien la custodia de Carmona estaba a cargo de la seguridad chaqueña, y pese a que la jefa de Policía, Liliana Zárate, aseguró que su fuerza no estaba informada, el delincuente había estado detenido en la cárcel de Bouwer.
Para los radicales, “el Servicio Penitenciario de Córdoba no tomó los recaudos necesarios para que no se produjera la fuga, ni para resguardar las vidas de todos los cordobeses”.
“Actuó con negligencia. No avisó a la Policía de la Provincia para que realizara los controles pertinentes”, puntualizó.
“Ha habido total inoperancia para manejar la situación. Se dejó en la indefensión a todos los cordobeses”, completaron.