Establecer las autonomías municipales fue una iniciativa que intentaron Jorge Obeid; y los socialistas Hermes Binner y Miguel Lifschitz, antecesores de Perotti en la gobernación.
La autonomía municipal tiene entre otras consecuencias, una vinculación directa con la Policía, un tema clave en la provincia pero especialmente en Rosario, donde el narcotráfico se ha hecho fuerte. El intendente de esa ciudad, Pablo Javkin, ha reclamado que la Provincia pase a la Municipalidad el mando de la fuerza de seguridad. De todos modos, la Provincia continuaría teniendo el control de la Policía.
Sí podrán transferirse “servicios y/o funciones serán acordes a las responsabilidades asumidas por la ciudad, contemplando criterios objetivos, equitativos, proporcionales y solidarios”.
El proyecto que presentó el gobernador Perotti sostiene que las ciudades “podrán darse cartas de organización bajo la denominación de Carta Orgánica de la Ciudad o Estatuto Constitutivo”, una especie de Constitución de la ciudad, que necesitará previamente la sanción de “una ordenanza aprobada por las dos terceras partes del total de las y los miembros de sus órganos legislativos -Concejo Deliberante o Comisión Comunal-, a través de la que se declare la necesidad de dictado de carta de organización”, normativa que “no podrá ser vetada”.