Al iniciar el debate, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado de la Nación, Ricardo Guerra (Frente Nacional y Popular-La Rioja), explicó que la iniciativa crea un programa denominado “Compre sin IVA”, el cual se trata de una política más de la administración nacional para reforzar los ingresos de los sectores más vulnerables, a la vez que otorga mayor progresividad al sistema tributario argentino.
“Es una política que tiende a paliar los efectos de la inflación hasta que ésta pueda ser controlada”, sostuvo.
En concreto, el proyecto crea un sistema de devolución del IVA destinado a reducir la carga tributaria que recae, fundamentalmente, sobre los bienes de la Canasta Básica Alimentaria. Los alcanzados serán jubilados y pensionados -nacionales o de cajas provinciales no transferidas a la Nación-, cuyo ingreso no exceda los seis haberes mínimos, así como también beneficiarios de AUH y asignación por embarazo; y trabajadores -en sector público o privado- cuyo ingreso mensual no supere los seis salarios mínimos, vital y móvil (SMVM).
A la vez, también comprende a los trabajadores de casas particulares, monotributistas y quienes realicen compras con la “Tarjeta Alimentar” o tarjetas emitidas a beneficiarios de programas como el “Potenciar Trabajo”.
No obstante, se encuentran excluidos del beneficio quienes perciban otros ingresos gravados por el impuesto a las Ganancias y quienes estén inscriptos en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) como trabajadores autónomos.
Por otra parte, se especificó que el reintegro mensual no podrá superar el 21% del valor de la Canasta Básica Alimentaria para un hogar tipo 2, vigente en cada mes.