La peronista Nadia Fernández expresó que “el proyecto surge de la necesidad imperiosa de adaptar nuestra legislación al avance de las tecnologías de la información y de las comunicaciones, que sin lugar a dudas, sin ninguna discusión, han transformado las relaciones entre los ciudadanos y el Estado”. “Estas transformaciones, por supuesto, exigen simplificación administrativa, y por ende una propuesta orientada a mejorar los servicios y la atención ciudadana”, agregó.
Desde la UCR, el legislador Marcelo Cossar, consideró que la quita de atribuciones al Tribunal de Cuentas es un “proyecto golpista” para “vaciar de poder” al organismo de control, donde la oposición piensa hacerse fuerte para seguir de cerca la gestión del próximo gobernador, Martín Llaryora.
Uno de los vocales electos por Juntos por el Cambio, el juecista Beltrán Corvalán, declaró que acababa de enterarse de que por un cambio de último momento al proyecto, el Tribunal de Cuentas “tampoco va a poder controlar los gastos reservados”. Entre otros, los gastos que quedarán fuera del control previo de los vocales serán, según explicó Corvalán, “los subsidios, los gastos de salud, de combustibles y de personal”. “Nosotros -agregó- dijimos claramente: a las agencias le vamos a realizar auditorías y eso lo acaban de sacar también. El tema de los gastos reservados es una bomba que acaban de tirar hace dos minutos, la verdad es que no entendemos nada”.
“Con esto Schiaretti se está yendo de la peor forma. No imaginábamos que algún gobernador de alguna provincia podía hacer lo que está haciendo Schiaretti: se está yendo por la puerta chica, de atrás. Ni lo peor del kirchnerismo se animó a hacer lo que está haciendo hoy el gobierno de Córdoba”, dijo.