Según se desprende de un trabajo elaborado por el Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación, en 2023 se registraron 322 femicidios que incluyen 30 femicidios vinculados, 6 personas trans, 10 suicidios feminicidas y 28 casos de muertes violentas de mujeres en contexto de narcotráfico y crimen organizado.
Con un promedio de 1 femicidio cada 27 horas, el aumento en las cifras de asesinatos de mujeres por razones de género es “alarmante”, superando incluso las cifras de 2020, año que estuvo marcado por la pandemia del COVID-19.
De acuerdo al informe difundido, casi el 60% de las víctimas fueron asesinadas en su domicilio, en su trabajo o en la vivienda que compartían con el femicida; y en un 74% se comprobó la existencia de una relación preexistente entre la víctima y el victimario.
En paralelo, se registraron 191 niñas y niños que se quedaron sin sus madres porque fueron víctimas de femicidio, siendo que algunas de estas víctimas colaterales fueron testigos presenciales de los hechos.
Por otro lado, se indicó que el 19% de las víctimas realizó al menos una denuncia por violencia de género previamente al femicidio y, si bien en un 44% no se efectuó la misma, algunas de las familias de las víctimas reportaron que existía violencia de género previa al femicidio (a la vez, muchas de las familias reclaman que las mujeres fueron ignoradas en múltiples ocasiones al intentar denunciar a sus agresores).
Respecto al método más utilizado para cometer los femicidios, se constató que el uso de armas de fuego, por una amplia diferencia, era el elegido por los victimarios, dato directamente relacionado con los crímenes por “sicariato”. En segundo lugar, en tanto, las víctimas fueron asesinadas a puñaladas (22 mujeres fueron violadas antes de ser asesinadas).
En cuanto a la distribución geográfica, se consignó que Córdoba encabeza la lista de provincias con más femicidios en proporción con su población, seguida por Corrientes, Santa Fe, Salta y Neuquén.