El dueño de una clínica de la tercera edad situada en el barrio porteño de Almagro, fue procesado por el delito de “triple homicidio y daños en la salud reiterados en 23 casos detectados, todos ellos por dolo eventual”.
Además, se lo acusa por la muerte de tres pacientes y las afecciones de otros ancianos que fueron alimentados con comida en mal estado entre el 16 y el 17 de noviembre de 2009.
El procesamiento, por ahora sin prisión preventiva, recayó sobre Humberto Oscar Velázquez, titular de la clínica Santa María de los Buenos Aires, en la que aquel día perdieron la vida los pacientes Gerardo Freylejer, Martha De los Santos y Aldo Ricoy, y también se intoxicaron otras 23 personas, que sobrevivieron tras ser internadas en diferentes hospitales.
En la misma resolución, dispuso la “falta de mérito” para la ex directora de Fiscalización y Control de gobierno porteño, Vanesa Berkowski, quien señaló a las áreas que debían haber controlado el geriátrico y no lo hicieron.
El juez ordenó profundizar la investigación en ese sentido y optó por “dejar abierta la situación procesal de Berkowski, recabando los antecedentes que correspondan” para definir su situación procesal.
El juez de instrucción Juan Ramos Padilla dispuso el procesamiento, que incluye un embargo de 300 mil pesos, tras considerar que Velázquez, con su conducta, “previó que podía matar y finalmente mató. Sólo con su asentimiento, su indiferencia y hasta su temeridad, la situación que imperaba en la clínica podía mantenerse”.
“Al no haber actuado como lo exigía la responsabilidad que había asumido, aceptó la contingencia letal con indiferencia y hasta con temeridad”, subrayó el juez.
Entre las anomalías que la investigación detectó en la clínica, figuran problemas en la instalación eléctrica, el grupo electrógeno que no funcionaba, mal funcionamiento del ascensor, faltante de válvula de seguridad en la cocina y deficiente sistema de evacuación de gases y ventilación.
Además, detectó tres heladeras “cuyas temperaturas para la conservación de alimentos no son las que exige el Código Alimentario”; un freezer que funcionaba a -3,5 grados cuando debía estar a -18, productos vencidos en la despensa y falta de higiene en general.