Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) señalaron que el paro general del 29 de mayo convocado por la CGT tuvo muy baja adhesión en el comercio y en la industria, y que los empresarios dejaron en claro que, más allá de los problemas económicos, necesitan vender y producir e hicieron todo lo posible por mantenerse abiertos.
En el balance del día estimaron que el comercio dejó de vender $14.114 millones, de los cuales $2.726 millones fueron de negocios que no abrieron (10,5% del total) y otros $11.387 millones de aquellos que sí abrieron, pero que sus ventas cayeron un 49% promedio frente a lo que se estima que se hubiera vendido en la misma jornada sin el paro.
En la industria, por su parte, la situación fue algo mejor: Se dejó de producir por un valor estimado en $6.081 millones, de los cuales $2.170 millones fueron de fábricas que no abrieron (9,4%) y otros $3.911 millones de aquellos que sí abrieron, pero que su producción cayó 18,7% promedio frente a lo que se estima que hubiera producido sin el paro.
Sin embargo y pese a que la pérdida de ventas y producción fue muy importante, desde CAME estimaron que un porcentaje de eso se puede recuperar. De ser así, las pérdidas reales en la industria y en el comercio por el paro se reducirían a $9.044 millones, de los cuales $6.916 millones corresponden al comercio y $2.128 millones a la industria.
En ese sentido, en el comercio se estima que un 51% de lo que no se vendió en el día se podría recuperar en los próximos (son $7.198 millones en ventas que, según los comercios consultados y en base a su experiencia de otros paros, podrían cubrirse).
En la industria, además, se estima que un 65% de lo que no se produjo en el día se podría recuperar en los próximos y que si bien las posibilidades de recuperación de ese sector son más altas por el bajo uso de la capacidad instalada con que trabaja, el menor consumo comercial impacta en sus pedidos (son $3.953 millones de ventas que, según las industrias consultadas, se recuperarían, disminuyendo las pérdidas reales por el paro a $2.128 millones).
La caída en ese sector responde, fundamentalmente, al personal que faltó, ya sea porque no pudo trasladarse a la empresa o porque adhirió al paro -también por la falta de entrega de insumos por el parate del transporte-.
Por último, la entidad conducida por Gerardo Díaz Beltrán observó que el mayor impacto por la medida de fuerza lo tuvieron las grandes ciudades, especialmente CABA, donde los comercios de las zonas céntricas tuvieron poca apertura; y que lo mismo sucedió en el Gran Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Rosario, que son más dependientes del transporte público.
Asimismo, en el sector comercial hubo provincias como Misiones, Formosa, Jujuy, Río Negro, Salta y Entre Ríos donde los locales, incluso de las ciudades capitales, estuvieron casi en su totalidad abiertos, mientras que en las ciudades más chicas el paro fue casi indiferente, aunque sí se sintió la menor venta porque cerraron colegios públicos y otras instituciones.
En promedio, el 89,5% de los comercios del país abrió y en la industria también los hizo el 90,6%.