Previo a que ello sucediera, Juan Emilio Ameri había sido suspendido en su cargo y, al mismo tiempo, se decidió conformar una comisión para que sea la encargada de juzgar su conducta en un plazo de 60 días.
No obstante y con el correr de las horas, la dimisión presentada por el propio legislador aceleró el proceso.
“Ante el hecho de público conocimiento, me dirijo a usted para pedir disculpas por mi conducta durante la sesión especial remota. No fue de ningún modo mi intención faltar el respeto a esta Honorable Cámara, a mis pares diputados y diputadas, ni al pueblo salteño que me eligió… Consciente de la responsabilidad que mi cargo representa, pongo a disposición mi renuncia como diputado nacional, y seguiré trabajando por mi querida provincia de Salta y para que Argentina se ponga de pie”, se justificó en su carta de renuncia.
A partir de allí y luego de que el propio bloque oficialista expresara su repudio al comportamiento de su compañero de bancada, el presidente de la Cámara Baja, Sergio Massa, puso en consideración del cuerpo -cerca de las 3 de la madrugada- la renuncia del legislador, la cual fue aprobada con contundencia por todos los bloques políticos.