Un grupo de diputados nacionales de Juntos por el Cambio, encabezados por Martín Berhongaray (UCR-La Pampa), propusieron que los haberes mínimos de las jubilaciones -ordinaria y prestación por edad avanzada-, así como también los retiros por invalidez y pensiones por fallecimiento, sean elevados hasta alcanzar para enero de 2024 el equivalente del valor de la Canasta Básica de Jubilados y Pensionados, en función de un cálculo que deberá realizar -y actualizar en forma trimestral- el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
De acuerdo a lo argumentado, la iniciativa considera que se comenzará gradualmente y en el ejercicio 2022, donde los haberes mínimos deberán adecuarse hasta igualar o superar el 50% de la Canasta Básica de Jubilados y Pensionados; y en 2023 deberá respetar un piso del 75% (todo ello sin perjuicio del adicional del plus por zona patagónica en las provincias en las que se implementa).
Asimismo, especifica que el nuevo esquema de haberes jubilatorios deberá ir acompañado de un mecanismo de actualización trimestral a cargo del INDEC, a partir de un equipo técnico conformado por especialistas existentes y representantes de asociaciones de trabajadores y de asociaciones de jubilados.
De esta manera, con el proyecto se apunta a recuperar el poder adquisitivo de las jubilaciones inferiores a la CBJP, aunque se aclaró que de ninguna manera reemplaza la “necesidad de continuar trabajando en la histórica búsqueda tendiente a que todas las jubilaciones recobren su carácter de salario diferido tal como lo ha planteado la Justicia”. Para ello -agregaron- resulta necesario trabajar en futuras medidas dirigidas a la recomposición de haberes de toda la escala de beneficiarios.
“Hace por lo menos 10 años que se comenzó a elaborar el cálculo de la Canasta Básica del Jubilado por la Defensoría de la Tercera Edad de CABA, y los haberes jubilatorios iniciales no alcanzan a cubrir el 40% de ella, y eso es inaceptable”, enfatizó Berhongaray.
En la propuesta, además, se advirtió que mientras en abril de 2021 el valor de la Canasta Básica del Jubilado y Pensionado era de $ 64.039, los haberes mínimos previsionales alcanzan montos en bruto muy inferiores de $23.064,70 para Junio/21-Agosto/21, y de $25.922,41 para Septiembre/21-Noviembre/21, ubicada muy por debajo de las necesidades mínimas que deben afrontar los jubilados para sustento y recreación.
“La canasta básica alimentaria no contempla ni adecuada ni específicamente los requerimientos particulares de las personas mayores. La Canasta de los Jubilados elaborada por la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires es la única referencia relativa al costo de vida que afronta esa franja etaria dada la inexistencia de estadísticas nacionales oficiales que permitan conocer la magnitud de los ingresos mínimos que deberían percibir”, completaron los legisladores Graciela Ocaña, Gabriela Lena, Lidia Ascárate, Jorge Enríquez, Lorena Matzen, Gonzalo Del Cerro, Aída Ayala, Claudia Najul y Mónica Frade, quienes acompañaron con sus firmas la iniciativa impulsada por su par radical pampeano.