Luego de que se confirmaran brotes activos de sarampión en países de la región y el mundo, el Ministerio de Salud de la Nación emitió una alerta epidemiológica con el objetivo de informar sobre la situación actual y fortalecer las medidas de prevención para la comunidad, viajeros y equipos de salud.
Por tanto, el comunicado de la cartera sanitaria insta a la población a verificar que en su carnet de vacunas (tanto de adultos como de niños) posean el esquema completo y, en caso de dudas, concurrir al vacunatorio más cercano para consultar con el equipo de salud.
Cabe recordar que el Calendario Nacional de Vacunación contempla la cobertura de todos los niños y niñas a los 12 meses y a los 5 años con la vacuna triple viral (que protege contra el sarampión, la rubéola y las paperas); mientras que todos los mayores de 5 años, adolescentes y adultos deben contar con dos dosis de vacuna doble o triple viral.
Por otra parte, se aclaró que las personas nacidas antes de 1965 no necesitan vacunarse porque se consideran protegidos al haber estado en contacto con los virus.
“Es fundamental la vacunación en personas adultas, sobre todo en trabajadores de salud, tripulantes, choferes internacionales, personal de migraciones y puérperas. Además, es importante que los argentinos y argentinas que viajen al exterior se aseguren de estar vacunados. La posibilidad de contacto con el virus está aumentada en estos grupos, y con ello el riesgo de reintroducción y diseminación de la infección”, manifestó al respecto el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Juan Manuel Castelli.
Por otro lado, el alerta recomienda a los equipos de salud que utilicen todo contacto de la población con el sistema de salud para controlar el carnet de vacunación y completar las vacunas necesarias, a la vez que se recuerda la importancia de intensificar la sospecha clínica e implementar medidas de vigilancia que permitan generar acciones oportunas de control para evitar la reintroducción del virus al país.
El sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa que puede tener curso grave o fatal y causar secuelas permanentes. Se propaga fácilmente cuando la persona infectada elimina secreciones respiratorias al hablar, toser o estornudar, o por estar en contacto con cualquier objeto contaminado.
Los síntomas, por su parte, se caracterizan por fiebre alta, secreción nasal, conjuntivitis, tos, erupción en la cara y cuello que se va extendiendo al resto del cuerpo, y la aparición de pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla.
La enfermedad, que se encuentra eliminada en Argentina desde el año 2000, se puede prevenir con una vacuna que es segura y está disponible en forma gratuita en todos los vacunatorios del país.
“Considerando que el virus continúa circulando en otros países de la Región y el resto del mundo, y ante la disminución de las coberturas de vacunación, existe alto riesgo de importación de casos y desarrollo de brotes”, remarcaron desde la cartera que conduce Carla Vizzotti.