En medio de la tensión que comenzó a reinar en el oficialismo luego de que la vicepresidenta Victoria Villarruel decidiera habilitar el tratamiento en el recinto del “mega” Decreto 70/2023, el Senado de la Nación se apresta a llevar en el día de hoy una sesión que estará signada no solo por los que pase en su interior, sino también por la expectativa que se generará puertas afuera.
“En la previa a la firma conjunta del Pacto de Mayo, convocada por el Poder Ejecutivo con el objetivo de reconstruir las bases de la República Argentina, la Oficina del Presidente expresa su preocupación por la decisión unilateral de algunos sectores de la clase política que pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta, a fin de entorpecer las negociaciones y el diálogo entre los distintos sectores de la dirigencia política”, se expresó desde la comunicación oficial del Jefe de Estado luego de que con el correr de las horas se confirmara que Villarruel no tendría la intención de dar marcha atrás con la sesión convocada.
Si bien el texto no hace alusión a ningún apellido o espacio político en particular, y pese a que hay sectores de La Libertad Avanza (LLA) que afirmaron que esas líneas no estaban dirigidas hacia la vicepresidenta sino a aquellos que buscan hacer naufragar el decreto del Ejecutivo, lo cierto es que la falta de un destinatario concreto hizo poner en duda a más de uno sobre las intenciones reales de su difusión, más aún cuando la decisión de la titular de la Cámara Alta fue blanco de críticas -por lo bajo- de miembros de su propio espacio.
“Tanto el tratamiento apresurado del DNU 70/23 como la iniciativa de promover una fórmula jubilatoria sin consenso violentan el espíritu de acuerdo promovido por el Presidente en su convocatoria al Pacto de Mayo… El Gobierno Nacional espera que el Poder Legislativo no se deje cautivar por el canto de sirena de quienes pretenden ‘anotarse’ victorias de corto plazo en detrimento del futuro de los 45 millones de argentinos”, se desprende de otro de los párrafos del comunicado emitido por la Oficina del Presidente que pese a no tener un destinatario directo -como se mencionó anteriormente-, el mismo bien podría ser recepcionado por los integrantes de la oposición o, dadas las circunstancias, también por alguien del riñón propio…