Habrá incrementos en Inmobiliario, Patentes e Ingresos Brutos, además de pedidos de endeudamiento, en el marco de un proyecto “austero”.
El gobierno de Daniel Scioli prevé para el 2013 un nivel general de gastos sin incremento con relación al de este año en términos reales, y un fuerte ajuste en impuestos clave como Inmobiliario y Patentes y en el rubro de industrias en Ingresos Brutos.
Así surge de los datos de los proyectos de Presupuesto y Ley Impositiva para el próximo ejercicio que el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y la ministra de Economía, Silvina Batakis, les adelantaron a autoridades de la Cámara de Diputados, Horacio González y José Ottavis, los presidentes de todos los bloques políticos e integrantes de la Comisión de Presupuesto.
La reunión fue la antesala de la presentación formal de los proyectos, que el Ejecutivo elevó a la Cámara baja.
En el proyecto de Presupuesto, se prevé un gasto total de 139 mil millones de pesos, un nivel que implica un aumento del 22% con relación a los 113 mil millones pautados para este año. Por lo tanto, en la práctica ese nivel significa que no habrá aumento real de las erogaciones, en la medida que, según estimaciones privadas coincidentes, la inflación se ubica incluso algo por encima del 22%.
En ese marco de “hiperausteridad” -como definen en el Ejecutivo- los aumentos relativos mayores de gastos serán, “por pedido del gobernador” según se indicó, para el área de Niñez, y en menor medida para Seguridad, Asistencia Social y Educación.
Desde esa base -que no contiene pauta de aumento salarial para 2013, como tampoco la incluyeron los 113 mil millones de este año y que significó luego un aumento del gasto de unos 10 mil millones-, el Ejecutivo prevé una diferencia positiva de 1.700 millones entre gastos corrientes (los que hacen al funcionamiento del Estado provincial) y los ingresos corrientes. Un saldo favorable que se achica a 500 millones al descontar los pagos por vencimientos de intereses de deudas.
Pero los vencimientos de capital de deudas y los gastos de capital (la obra pública), invierten fuertemente el resultado y marcan un déficit financiero -una necesidad de endeudamiento para afrontar esos ítems- de unos 13 mil millones de pesos.
A ese déficit, vale recordar, habrá que sumarle el aumento salarial, que si fuera del 20%, por ejemplo, sumaría otros 13 mil millones.
La reforma de la Ley Impositiva, en tanto, prevé fuertes cambios en el impuesto Inmobiliario Urbano; un aumento general, que surgirá de elevar 20 puntos el porcentaje de las valuaciones -del 65% al 85%- que se toma como base imponible para calcular el gravamen.
Además, el cobro de un adicional a quienes tengan más de un inmueble “urbano”, surgido de la aplicación de la alícuota que le correspondería pagar al contribuyente al sumar las valuaciones de sus unidades.
Para countries, también regirá plenamente el aumento de las valuaciones que se dispuso últimamente.
No habría ajustes, en cambio, en el Inmobiliario Rural.
Para el cobro de la Patente, se actualizará como todos los años la base imponible según el valor de venta de mercado de cada modelo, medida que en líneas generales implica un aumento.
Además, se creará un Fondo Vial con ingresos por los impuestos Inmobiliario y Patente, cuyo impacto en los contribuyentes no está totalmente definido.
En el impuesto a los Ingresos Brutos, en tanto, se aplicará una alícuota del 0,5% a las industrias ahora exentas y que facturen hasta 40 millones al año; las que facturen entre 40 y 60 millones (también exentas) empezarán a pagar el 1,75%; y para el resto de las industrias la alícuota se elevará del 1% al 1,75%.
Asimismo, la alícuota de Ingresos Brutos sobre los juegos de azar se elevará del 8 al 12%.