La Legislatura de Córdoba sancionó la ley que obliga a los conductores de motos a llevar impreso en su casco el número de la patente del vehículo. El proyecto fue aprobado con los votos del peronismo y, en general, del radicalismo, aunque con disidencias en particular.
El oficialismo explica la nueva norma en la necesidad de reducir los robos de motos, que luego se utilizan para cometer delitos.
La calcomanía a colocar tendrá un código de seguridad inviolable y, para que no haya críticas de los motociclistas, el gobierno estudia que el costo para su colocación sea bajo o, directamente, gratis.
La ley establece multas y hasta arresto para los motociclistas que circulen sin el impreso en el casco.
Un grupo de motociclistas se manifestó frente a la Legislatura para quejarse por la ley que, dicen, los estigmatiza.
El ministro de Seguridad, Alejo Paredes, dijo que la ley “es una herramienta que va a permitir contrarrestar los hechos delictivos”. “Ahora, con la patente en el casco, va a ser más fácil corroborar si la moto fue robada”, agregó. “Vamos a instrumentar la ley de forma de no perjudicar a quienes usan bien la moto. Tenemos 180 días para comenzar a aplicar la norma. Se va a habilitar la compra de dos stickers por motocicleta, y para desterrar cualquier especulación, el valor será el valor que tenga el sticker, y será un sticker imposible de quitar o falsificar”, explicó.