La Cámara Federal sostuvo que no es suficiente ser jubilado para invocar un prejuicio derivado de las políticas del gobierno nacional hacia la clase pasiva.
Así, rechazó tener por “querellantes” a dos jubilados que hace un año denunciaron penalmente a las autoridades de la ANSES por el presunto delito de “malversación de caudales públicos” por haber utilizado “dinero de los jubilados para el programa Fútbol para Todos, Automovilismo para Todos, la compra de computadoras o subsidios para la niñez”.
La Sala Primera del tribunal desestimó un planteo formulado por los representantes del Movimiento Nacional de Jubilados, Rubén Gioaninni y Carlos Rodríguez, patrocinados por el abogado Fabián Bergenfeld.
La denuncia, que tramita ante el juez de primera instancia Marcelo Martínez de Giorgi, acusa al ex titular de la ANSES, el hoy vicepresidente Amado Boudou, y al actual, Diego Bossio, por haber entregado fondos del organismo, en su calidad de directores, para fines diferentes que los haberes de la clase pasiva.
Los denunciantes se presentaron como “querellantes”, lo que los faculta para compulsar el expediente, proponer medidas de investigación y controlar la marcha de la causa, pero fueron rechazados -al menos por ahora- en un fallo ratificado por los camaristas Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah.
Los jueces advirtieron que “no se observa la afectación de modo especial y directo que se exige” en el caso de los denunciantes, pues “no han acreditado hasta el momento que a su respecto se verifique ese plus exigido para constituirse en parte, como sería el caso en que acrediten que se encuentra en curso un reclamo judicial o administrativo vinculado a sus haberes”.