La Corte Suprema de Justicia confirmó la condena a un año y medio de prisión en suspenso contra un inspector de pesca que pidió un “arreglo” económico a un barco pesquero en Tierra del Fuego.
El máximo tribunal dejó firme la pena contra Marcos Ismael Rivarola, a quien el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Ushuaia responsabilizó por los hechos ocurridos el 30 de mayo del año 2007.
Ese día, en el puerto local, en horas del mediodía, le habría pedido “a la gerente de la empresa pesquera San Arawa II el que se encontraba amarrado en el referido puerto y donde debía embarcarse como inspector de pesca”. El hecho fue denunciado ante la Delegación local de la Prefectura Naval Argentina: Rivarola “se presentó en el buque ‘San Arawa II’ ante la Gerente de la empresa pesquera. En tal oportunidad, le preguntó ‘¿cuál era el arreglo para él?’, recibiendo como respuesta que la empresa no hacía arreglos particulares con los Inspectores”.
“En consecuencia, Rivarola decidió no embarcarse, aduciendo un dolor en la espalda. Esta circunstancia motivó que el buque no pudiera zarpar en la fecha prevista, produciendo según la empresa, perjuicio por el costo del buque en puerto y el lucro cesante por no haber efectuado captura de peces”, sostiene el fallo.
La Sala Cuarta de la Cámara de Casación confirmó la condena por “concusión” en marzo del año pasado, y ahora la Corte Suprema lo dejó firme.
El fallo del máximo tribunal fue firmado por los jueces Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay.