La querella y la fiscalía del juicio por retención, ocultamiento, falsificación de documento de identidad y estado civil de Javier Penino Viñas durante la última dictadura militar, se opusieron a que la causa se archive por el tiempo transcurrido desde que se registraron los hechos.
El planteo de prescripción al Tribunal Oral Federal Cuatro lo hizo la defensa de Ana María Grimaldos, única procesada por esos presuntos ilícitos, ya que su cónyuge, Jorge Vildoza, “falleció” según la mujer, o está “prófugo” de la justicia de acuerdo a constancias de la causa.
En la última audiencia, en los tribunales federales de Comodoro Py 2.002, de esta capital, la defensora oficial de Grimaldos, Paola Bigliani, solicitó que se declare la prescripción por considerar que lo que se atribuye a la mujer no es un delito de lesa humanidad.
La defensora pidió la absolución de Grimaldos o, supletoriamente, que se le aplique una pena que no exceda los tres años de prisión.
El abogado Alan Iud, en representación de las querellas unificadas de Abuelas de Plaza de Mayo y de Cecilia Fernández, la abuela biológica de Javier Penino Viñas, había reclamado 12 años de prisión para Grimaldos, la misma pena que requirió el fiscal Horacio Azzolín.
El Tribunal, presidido por Pablo Bertuzzi e integrado por Leopoldo Bruglia y Néstor Costabel, con la intervención del secretario Eduardo Méndez, dará a conocer su veredicto el próximo 14 de abril.
Al momento de alegar, Iud solicitó al tribunal que, cuando dicte sentencia, declare el hecho juzgado como un delito de “lesa humanidad”, porque “se inscribe en el plan instaurado por la dictadura militar relacionado con la aberrante sustracción de bebés”.
El niño (hoy de 37 años) nació en setiembre de 1977 cuando se madre Cecilia Viñas se hallaba en el centro de detención clandestino que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
La madre biológica, junto con el padre, Hugo Penino, habían sido detenidos dos meses antes en Corrientes al 1.600 de esta capital y desde entonces permanecen desaparecidos. Para la querella Grimaldos conocía el origen del niño anotado con falsa identidad.
Vildoza, prófugo desde 1986 según la justicia y muerto y cremado en 2005 en Sudáfrica bajo falsa identidad, según Grimaldos, era jefe del grupo de tareas 3.3.2 de la ESMA.