La Cámara Baja nacional aprobó, en una particular jornada, el proyecto opositor que prevé una suba del mínimo no imponible en el orden del 40 por ciento y una actualización de escalas. Ahora el Senado definirá si lo aprueba o si lo devuelve con modificaciones.
Finalmente y tras una jornada teñida de misteriosas idas y venidas por parte de la oposición, la Cámara de Diputados le dio media sanción al proyecto surgido pasadas las cinco de la tarde del martes, luego de que los referentes de los bloques del massismo, kirchnerismo, justicialismo y progresista, anunciaran en una improvisada conferencia de prensa conjunta la unificación de criterios para levantar las manos en el recinto al momento de la votación.
Es por ello que pasadas las once de la noche y en un contexto de encendidos discursos por parte de los legisladores en el recinto, el proyecto opositor de reforma al impuesto a las Ganancias recibió media sanción con 140 votos afirmativos, 86 negativos y 7 abstenciones.
En líneas generales, la iniciativa aprobada contempla elevar a 44.000 pesos el mínimo no imponible para casados con dos hijos y de 34.500 pesos para los solteros (con una actualización de escalas que irán entre el 5 y el 35 por ciento).
Asimismo, también se mantendrán las deducciones por hijo menor de 18 años, cónyuge, seguro de vida, empleadas domesticas, intereses de créditos hipotecarios, y se agregarán otras nuevas como la posibilidad de descargar un monto de alquileres de vivienda y educación. Además, se eliminará la aplicación de Ganancias sobre el aguinaldo de los sueldos más bajos, mientras que otra de sus principales características es la referida a los monotributistas, ya que se duplicará el monto de facturación.
“Paré unos minutos para tomar un café y cuando vuelvo estaba la oposición anunciando el proyecto unificado por Ganancias”, expresó un legislador de Cambiemos, quien pese a no mostrarse sorprendido por la flamante alianza opositora, sí reconoció que le llamó la atención la rapidez con la que consensuaron la iniciativa.
Por lo pronto, el oficialismo ahora deberá concentrar sus energías en el Senado donde no cuenta con superioridad numérica, pero sí posee un diálogo “correcto” con los demás bloques. No obstante, primarán las conversaciones que desde el Ejecutivo mantengan con los gobernadores provinciales advirtiéndoles sobre los costos en sus arcas que implicaría levantar la mano a favor del proyecto surgido en Diputados.
Sin embargo, el mejor de los escenarios -se comenta- sería el de modificar el texto y devolverlo a su Cámara de origen ya que en ese ínterin se dispondría de más tiempo para negociar los cambios definitivos, puesto que las conversaciones durante el día de ayer, básicamente, fueron sólo entre la oposición.
La última de las alternativas, claro está, sería la del veto presidencial. No obstante, desde el oficialismo se preferiría el camino parlamentario, ya sea para destrabar o dilatar el asunto.