Ante una serie de “convocatorias” que trascendieron por las redes sociales y que hasta la propia ministra de Seguridad reconoció como ciertas, desde FECIBA reclamaron medidas para garantizar la seguridad de los comercios con vistas a las fiestas de fin de año.
El presidente de la Federación Económica de la Ciudad de Buenos Aires (FECIBA), Raúl Zylbersztein, advirtió que durante los últimos días su entidad también tomó conocimiento acerca de un preocupante número de convocatorias por medio de las redes sociales donde se llamaba a organizar saqueos en diferentes puntos del país de cara a las fiestas de fin de año.
“Hay una gran preocupación en todo el sector porque los puntos de venta de menor superficie son generalmente los más perjudicados ante situaciones de este tipo. Los almacenes, los autoservicios de proximidad, los supermercados chinos y los pequeños comercios han sido históricamente los más atacados ante situaciones como la que se denuncia”, expresó el dirigente.
Asimismo, afirmó que la inseguridad ya viene siendo un factor que impacta muy fuerte sobre los pequeños comercios, ya sea por la alta posibilidad de sufrir un daño a la integridad física de quienes allí se encuentran, como también por las pérdidas materiales que esos daños conllevan, a lo que ahora se le suma la posibilidad de la “deleznable” práctica de los saqueos de fin de año.
“Ha sido un año muy difícil para todo el sector, golpeado por la baja en las ventas, la competencia con productos importados, los altos impuestos regresivos, los costos bancarios desmedidos, y la energía más cara del mundo, a lo que se agrega la inseguridad y la posibilidad cierta de tener que cerrar el 2016 sufriendo ataques injustificados que podrían, como ya ha ocurrido durante otros años, acabar definitivamente con muchos comercios”, señaló Zylbersztein.
Por último, el titular de FECIBA pidió que se refuerce la seguridad y que se trabaje con la División Delitos Tecnológicos de la Policía Federal Argentina en conjunto con sus pares del resto del país para tratar de desarticular a esos grupos que buscan utilizar a gente con necesidades ciertas para que cometan ese tipo de delitos.
“Ahora que reconocieron el problema, las autoridades gubernamentales deben hacerse cargo inmediatamente de este tema, y no dejar que pase el tiempo sin hacer nada, dado que siempre terminan trabajando sobre las consecuencias y nunca en su prevención”, concluyó.