Con ese criterio, el tribunal levantó una orden de captura contra un condenado por facilitación de la prostitución a cuatro años de prisión en 2017, y sobre quien pesaba una orden de captura desde mediados de 2019.
“La interposición de la ‘queja’ no le da firmeza al pronunciamiento”, sostuvo el fallo, contrariando a media biblioteca que sostiene lo contrario.
La postura de la Casación porteña podría beneficiar a decenas de condenados que aún tienen recursos pendientes en el máximo tribunal, entre ellos Amado Boudou, Milagro Sala, Luis D’elía y Ricardo Jaime.