El empresario Lázaro Báez, actualmente bajo arresto domiciliario, fue condenado a 12 años de prisión por maniobras de lavado de dinero cercanas a los 55 millones de dólares en el marco de la denominada “Ruta del dinero K”, mientras que su hijo mayor Martín -actualmente detenido en la cárcel de Ezeiza- recibió la pena de 9 años.
Junto a ellos, el Tribunal Oral Federal 4, integrado por los jueces Néstor Costabel, Adriana Palliotti y Gabriela López Iñíguez, también a condenó al abogado Jorge Chueco y al contador Daniel Pérez Gadin a 8 años de cárcel; y a Leonardo Fariña a 5 años -su pena fue reducida por ser imputado colaborador-, entre otros de los acusados que también recibieron condenas similares a la de este último (entre 2 y 5 años).
El juicio, que se inició en octubre de 2018, se fue dilatando en el tiempo por una serie de cuestiones que demoraron su normal trámite, a lo que luego se le sumó la inactividad judicial como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
No obstante y tras la reanudación de las audiencias de manera virtual, se avanzó por esa vía con el proceso judicial que finalmente culminó en el día de la fecha con las sentencias emitidas por el TOF 4 a la distancia.
Lázaro Báez, detenido por orden del juez federal Sebastián Casanello desde abril de 2016, había afirmado en su última intervención ante el tribunal que era víctima de una “persecución sistemática” del poder político, así como también de la prensa y de gran parte del Poder Judicial.