La organización alertó que “los encubridores que participaron en la investigación, desde los tres poderes, no hicieron más que ensuciar, mentir, desviar las pistas y tapar la verdad para sellar una impunidad que resulta lamentablemente casi imposible de revertir”.
“Los jueces Andrés Basso, Javier Ríos y Fernando Canero dictaron su fallo, del que se desprende la ya conocida desastrosa investigación que se llevó a cabo con desvíos y encubrimientos”.
En efecto, la sentencia explica que “de los 380 testigos escuchados, no hubo siquiera uno que atestiguara sobre el conocimiento que Telleldin habría tenido de que estaba entregando la Trafic para su utilización en un atentado terrorista”, reflexionó Memoria Activa.
Telleldín, “si bien efectivamente llevaba a cabo acciones delictivas en el armado y compra venta de autos, esto no confirma por sí solo un mayor involucramiento en el caso AMIA”, ni tampoco se acreditó que “perteneciera a alguna célula antisemita, ni que tuviera animosidad alguna hacia miembros de la comunidad judía, que hubiera sido otro posible móvil para ser parte de uno de los crímenes más aberrantes que registra la historia”.
“Las conclusiones de los jueces, sumado al conjunto de presunciones que tampoco se lograron corroborar en este juicio ni en el anterior, confirman, una vez más, nuestras denuncias acerca del vergonzoso, inepto e ilícito actuar de quienes trabajaron en la causa AMIA”, embistió la organización.
“Todos y cada uno de los encubridores que participaron en la investigación, desde los tres poderes estatales con el entonces juez Juan José Galeano a la cabeza, no hicieron más que ensuciar, mentir, desviar las pistas y tapar la verdad para sellar una impunidad que, a esta altura, resulta lamentablemente casi imposible de revertir”, sintetizó el documento.