Durante un encuentro que mantuvo el Presidente Alberto Fernández con representantes de la compañía australiana Fortescue, se confirmó una millonaria inversión que harán en la Argentina con el fin de producir hidrógeno verde, la cual demandará un desembolso de U$S 8.400 millones y generará la creación de más de 15.000 puestos directos de trabajo, y entre 40.000 y 50.000 indirectos.
De esta manera, se espera convertir a la provincia de Río Negro en un polo mundial exportador de hidrógeno verde en 2030, con una capacidad de producción de 2.2 millones de toneladas anuales, lo que cubriría una producción energética equivalente a, por ejemplo, casi un 10% de la energía eléctrica consumida por Alemania en un año.
De acuerdo a lo informado oficialmente, el anuncio fue realizado tras la reunión que mantuvo el Jefe de Estado argentino con los directivos de Fortescue, Andrew Forrest (Presidente); Julie Shuttleworth (CEO); Agustín Pichot (Presidente para la Región Latinoamérica); Todd Clewett (Senior Manager Global); y Sebastián Delgui (Gerente Regional de Gobierno y Comunidades para Región Latinoamérica).
“La Argentina tiene una gran oportunidad por delante y necesita empresas así, que inviertan y generen trabajo. El hidrógeno verde es uno de los combustibles del futuro y nos llena de orgullo que sea la Argentina uno de los países que esté a la vanguardia de la transición ecológica. En poco tiempo, nuestro país podrá convertirse en uno de los proveedores mundiales de este combustible que va a permitir reducir drásticamente las emisiones de carbono en el mundo”, manifestó Fernández tras el anuncio.
En esa línea, además, celebró la responsabilidad social de la empresa para construir con los mejores valores de las comunidades, a la vez que consideró que el mundo no resiste más maltrato.
El proyecto, por su parte, se desarrollará en los alrededores de la ciudad de Sierra Grande, la cual cuenta con antecedentes en la producción de mineral de hierro: esa localidad rionegrina supo tener su momento de esplendor con la instalación allí de la empresa Hipasam SA, que no solo llegó a explotar la mina de hierro más grande de Sudamérica, sino que dio trabajo a miles de habitantes que poblaron su geografía hasta que un decreto presidencial en 1992 determinó su cierre y una seria crisis económica y social en Sierra Grande.
La prospección que inició la empresa se basa en analizar cantidad y calidad de vientos, fuente energética principal para la producción; y comenzó a partir de un acuerdo firmado junto al Ministerio de Desarrollo Productivo y la Nación y el Gobierno de la provincia de Río Negro.
La primera etapa productiva, con una inversión estimada en 7.200 millones de dólares, producirá unas 215 mil toneladas de hidrógeno verde, capacidad energética equivalente para cubrir el consumo eléctrico de 1 millón 600 mil hogares; y se extenderá hasta el año 2028.