De acuerdo al Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), por las frutas y verduras el consumidor pagó 5,9 veces más de lo que cobró el productor en el mes de agosto de 2022. Es decir, el abonó cerca de $6 por cada $1 que recibió el productor frutihortícola.
Diferente -añade el trabajo- fue el comportamiento de precios en los 5 productos y subproductos que integran la canasta ganadera del IPOD dado que, en promedio, los precios de la leche, los huevos, el pollo, la carne de novillo y la de cerdo se multiplicaron por 2,8 veces desde que salieron del campo (origen) hasta que llegaron a la góndola (destino).
De esta manera, por los 24 agroalimentos de la canasta IPOD -19 de origen frutihortícola y 5 ganaderos- el consumidor pagó 3,6 veces más de lo que cobró el productor por segundo mes consecutivo.
Respecto a aquellos productos con mayores brechas, se especificó que los 5 agroalimentos que presentaron mayor diferencia entre origen y destino -integrantes de la canasta frutihortícola- fueron el limón (17,1), zapallito (15,7), zanahoria (10,6), manzana roja (9,3) y naranja (7,4).
“Los productores de los agroalimentos con mayores brechas entre campo y góndola coincidieron en la falta de precios de referencia, provocada por la inestabilidad de la macroeconomía y su impacto en el precio de los principales insumos que utiliza la producción agropecuaria. En el caso de los cítricos, y considerando las alteraciones ocasionadas por la guerra en Ucrania, los productores explicaron la diferencia de precios origen-destino por la sobreproducción que fue volcada al mercado interno”, analizó la entidad.
Por el lado contrario, entre los productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor se encuentran 2 productos de origen animal y 3 frutihortícolas: calabaza y brócoli (2,3 veces), huevos (2,1), pollo (2) y frutilla (1,4).
“Cabe destacar que el incremento en los precios al productor no se traslada inmediatamente a los de góndola, existiendo cierta demora en el reacomodamiento de precios de venta final”, aclaró la entidad.
En otro orden se indicó que, en promedio, la participación del productor explicó el 28% de los precios que pagó el consumidor en góndola, siendo que la mayor participación la obtuvieron los productores de frutilla (al igual que el mes pasado); mientras que la más baja la consiguieron los de limón.
“El análisis demuestra que el productor primario no es formador de precios, por lo que tampoco es responsable de su escalada. En general, las diferencias entre origen y destino se deben a un conjunto de comportamientos como, por ejemplo, los especulativos, adoptados por diferentes actores de la cadena de valor que abusan de su posición dominante en el mercado -básicamente, los hipermercados, los galpones de empaque y las cámaras de frío-”, remarcaron desde CAME.