La Constitución de la provincia de Santa Fe, que no contempla la reelección del gobernador, indica que se deben elegir las autoridades entre tres y seis meses antes del traspaso del mando, previsto para el 10 de diciembre, con lo cual los comicios generales se realizarán entre el 10 de junio y el 10 de septiembre.
La ministra de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, Celia Arena, adelantó que la intención de la administración provincial es acortar el plazo entre las elecciones y la entrega del poder respecto de lo sucedido en 2019.
En esa ocasión, las elecciones fueron el 16 de junio, es decir, que la transición entre el socialista Miguel Lifschitz y el actual mandatario duró casi un semestre.
En declaraciones efectuadas en la Legislatura, la ministra Arena dijo que el Ejecutivo piensa proponer “que la transición no sea tan larga como sucedió en la última elección”, aunque añadió que en la provincia aguardan “definiciones sobre el escenario nacional”.
“Si bien todo indica que no hay acuerdo para modificar la ley y suspender las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), también se está hablando de achicar los tiempos entre esos comicios y las elecciones generales nacionales”, agregó.
Además, la funcionaria adelantó que “en diciembre vamos a convocar las fuerzas políticas para definir el escenario electoral del año que viene e ir fijando las fechas con ese criterio”.
En cuanto a las PASO provinciales, la legislación establece que se deben llevar a cabo entre los 42 y los 80 días anteriores a los comicios generales.
Fuentes del Gobierno indicaron que la idea es que las generales se celebren en torno a finales de agosto e inicios de septiembre, lo que representa llegar cerca del límite que establece la Constitución provincial.