La legisladora justicialista Débora Juárez Orieta, además, refirió que no es la única que sufrió “persecución” por su función en el recinto, al recordar que en el 2021 la diputada Alejandra Cejas también vivió una situación similar y resultó desaforada y suspendida.
“Hay una escalada de situaciones que se producen en Jujuy con el armado de causas. Se usa la Justicia como herramienta para disciplinar a quienes no militamos dentro del Gobierno provincial”, afirmó Juárez Orieta.
“Desgraciadamente, el número (de votos) para que el oficialismo lleve a cabo estos procedimientos se los otorga el PJ local. El gobierno provincial coopta voluntades por miedo y para aprovechar negocios. Es el caso del presidente del PJ de Jujuy (el diputado provincial Rubén Rivarola). De esta manera, reúnen el apoyo de las demás bancadas. Salvo cuatro diputados, la legislatura votó en pleno para que me desaforen”, explicó. Y agregó: “como peronista lo que más dolor me da es que otros compañeros hayan levantado la mano en la Legislatura y que sean hoy ellos los que actúan como verdugos de Gerardo Morales”.
El desafuero de Juárez Orieta se produjo el 15 de febrero pasado durante la segunda sesión extraordinaria del cuerpo legislativo jujeño, en la cual se dio ingreso a un pedido remitido el día anterior por el Juzgado de Control Nº 6 de la provincia y que fue tratado al momento por moción del bloque que responde al gobernador Gerardo Morales.