Para celebrar el ritual, se realiza un pequeño pozo en la tierra donde luego se colocan las ofrendas, como hojas de coca, chicha, cigarrillos, licores, cerveza y vino, y se “da de comer” a la Madre Tierra preparaciones de la cocina tradicional andina como guisos de trigo, de quínoa y de mondongo, además de carnes hervidas, chalona, papas y maíz.
“La ceremonia a la Madre Tierra es una oportunidad para agradecer por todo lo recibido”, dijo el vicegobernador Carlos Haquim. “Ahora vamos a cumplir con lo que hemos hecho durante estos ocho años, que es pedirle a la Madre Tierra las cosas que cada uno pretende en forma personal y lo que pretendemos para nuestra provincia”, agregó.
Además, sostuvo que ya está en marcha el proceso de transición: “El futuro vicegobernador (Alberto Bernis) está trabajando codo a codo con nosotros para hacer que esta transición sea lo más tranquila posible”.
Por otro lado, Haquim aseguró estar conforme con su gestión “que ha sido hacer una Legislatura abierta, participativa, que ha estado a la altura de los grandes problemas” que se presentaron, “y he podido tomar las riendas” en cada situación.
“Me voy contento por haber ganado muchísimos amigos, muchísima gente que ha pasado a formar parte de mi familia en estos ocho años”, concluyó.