El 1° de agosto comenzó con un aumento del precio de los combustibles del 3% promedio, en un marco en que las ventas de los mismos en las estaciones de servicio vienen en descenso.
En esta oportunidad, el incremento obedece al traslado de la devaluación mensual del peso frente al dólar oficial del 2%, más una actualización de 1% en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL). “Resulta necesario diferir parcialmente los efectos de los incrementos que resultarían aplicables a partir del 1° de agosto de 2024 para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil”, se explicó entre los considerandos del Decreto 681/2024 publicado este jueves en el Boletín Oficial.
Vale recordar que a través de senadas medidas emitidas anteriormente, se habían diferido los efectos de las subas en los impuestos sobre los ICL y el dióxido de carbono con el fin de reducir el efecto que producirían sobre la inflación en el caso que se hubieran aplicado en su totalidad.
De esta manera, entonces, el precio del litro de la nafta súper en las estaciones de servicio YPF de la Capital Federal pasó a costar 970 pesos, mientras que el de gasoil pasó de 979 pesos a 1.008 pesos por litro (en lo sucesivo, se espera que el resto de las firmas del sector apliquen incrementos similares sobre estos combustibles).