La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner busca que el Parlamento nacional sancione lo más rápido posible el proyecto para que la empresa petrolera YPF pase a manos del Estado. En principio, no habría trabas para que fuera aprobado aunque sí, para que sea modificado.
Con la misma velocidad que Cristina Fernández hizo el anuncio sobre la expropiación de las acciones de Repsol-YPF, los titulares del bloque del Frente para la Victoria en ambas Cámaras legislativas también comenzaron a preparar el terreno en el parlamento nacional para su tratamiento.
Según trascendió desde Casa de Gobierno, la Presidenta habría pedido expresamente que el proyecto de ley girado al Congreso de la Nación no demore más de un mes, razón por la cual fueron citados rápidamente al plenario de comisiones del Senado, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido y el viceministro de Economía Axel Kicillof, ambos designados interventores de YPF por la primer mandataria.
Si bien se descuenta con que la iniciativa de la Casa Rosada será aprobada sin sobresaltos en la Cámara alta (algunos hasta apuestan a que pueda llegar a hacerse a libro cerrado), quienes sí tendrán algo más de trabajo serán los titulares de la Cámara baja y del bloque del Frente para la Victoria (FpV), Julián Domínguez y Agustín Rossi.
Es que pese a que ambos estipulan que no habrán grandes inconvenientes para la sanción favorable del proyecto (incluso desde sectores como el de Pino Solanas y Hermes Binner dieron su visto bueno), saben que deberán negociar con el PRO y el radicalismo porque tanto el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, como el titular del bloque de la UCR, Ricardo Gil Lavedra, adelantaron que no acompañarán la propuesta gubernamental.
Sin embargo y a pesar de que Domínguez y Rossi sepan que la negativa de ambos bloques no condicionaría la reglamentación de la “ley YPF”, lo cierto es que desde Balcarce 50 desearían que el proyecto no sea sometido a ningún intento de modificación porque la Presidenta, como se dijo, busca que el camino este lo suficientemente despejado para promulgar la ley en cuanto antes.
Mientras menos tiempo tenga que lidiar Cristina (hasta tanto se “cocina” la ley) con algunos sectores empresarios; de la prensa y obviamente de la comunidad internacional que salieron con los tapones de punta tras enterarse de la expropiación de las acciones de YPF, mejor.