La Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVIN) informó que entre enero y junio pasados se registraron 16 muertes en la población carcelaria bajo custodia del Servicio Penitenciario Federal (SPF), con lo cual se trató de una cifra levemente inferior al mismo período relevado del año pasado, cuando fueron 18 fallecimientos.
En concreto, la fiscalía especializada a cargo de Andrés Heim especificó que el COVID-19 se constituyó como la primera causa de muerte en el Servicio Penitenciario Federal, con siete decesos distribuidos en cinco establecimientos: seis hombres y una mujer de entre 44 y 76 años.
En el documento, además, se advirtió que la mitad de las muertes totales fueron registradas en el Complejo I de Ezeiza y en el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, situado en Devoto, con cuatro muertes en cada establecimiento.
Por último, el PROCUVIN señaló que continúa la tendencia de los últimos años de una mayor proporción de fallecimientos no traumáticos, potenciada por los casos de COVID-19, a la vez que se advirtió que la edad promedio de las personas fallecidas durante el primer semestre fue de 56 años, y que en todos los casos se trató de personas mayores de 29 -el promedio anual de fallecimientos fue de 44 decesos en los últimos 5 años-.