El Presidente Alberto Fernández, quien asistió el domingo por la tarde a la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva como nuevo Jefe de Estado de Brasil, anunció que convocó a aquellos gobernadores que acompañaron al Estado Nacional en su planteo contra la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por el tema de la coparticipación para que, en conjunto, impulsen el juicio político al titular de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, para que “se investigue su conducta en el desempeño de sus funciones”.
Al mismo tiempo, dijo que le ordenó al ministro de Justicia y Derechos Humanos que promueva “las acciones penales pertinentes para que se investiguen los presuntos hechos de corrupción que involucrarían a funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires con empresarios contratistas de ese estado autónomo”.
Desde la oposición, por su parte, ya hicieron saber que no acompañarán esa acción, con lo cual el oficialismo no contaría con la mayoría agravada en el Congreso para poder avanzar con ese pedido.
“Alberto Fernández, que en cualquier país normal ya hubiera sido destituido por mal desempeño y cometer delitos, amenaza al Presidente de la CSJN con un juicio político que NO va a prosperar porque NO tiene los votos. Un apriete infame para congraciarse con CFK y buscar impunidad”, expresó al respecto el titular del bloque de la UCR de la Cámara de Diputados, Mario Negri, a través de su cuenta de Twitter.