El proyecto de Renta Hídrica fue aprobado el 15 de diciembre pasado en la Legislatura, con 13 votos a favor y 10 en contra.
La iniciativa promovía el cobro de regalías a la producción hidroeléctrica de la presa Futaleufú, dinero que iba a ser distribuido entre las localidades cercanas.
Tras la votación, el ex ministro Ricardo Bestene, uno de los impulsores de la iniciativa, había considerado que se trataba de “la ley económica más grande que sancionaron los diputados para la región cordillerana”.
Ahora, habiendo conocido el veto, expresó su “desazón y decepción”.
Bestene lamentó la “contradicción” del presidente de la Legislatura. “Estamos decepcionados con lo sucedido porque se trabajó durante casi dos años, con solidez técnica, muchos consensos y participación de abogados, bloques y comunidades”.
Además, cuestionó los argumentos utilizados por Sastre para vetar la ley, ya que “no tiene sentido hablar de qué es primero”, en referencia al acuerdo que se debía buscar con Nación.
“Ya veníamos trabajando con el Gobierno central, e incluso nos impulsó a llevar adelante esta propuesta haciendo aportes para la ley. Hubo cuestiones netamente vinculadas con los consejos de Nación”.
De regreso de sus vacaciones, Arcioni instruyó a su Gabinete para la creación de una Ley de Fondo de Desarrollo Cordillerano, con el propósito de “retribuir a la comarca lo que durante tantos años se le relegó”.