Durante la ceremonia, el Presidente Alberto Fernández especificó que el programa incorpora casi 2 millones de hectáreas a la superficie irrigada y que favorece a más de 50.000 productores.
“El agua se ha vuelto un bien escaso, con lo cual saber aprovecharla al máximo se vuelve una política central. Esto es un paso muy importante; son 2.000 millones de dólares que entidades financieras ponen al servicio de la Argentina para que potenciemos nuestra capacidad productiva en todo el país”, sostuvo.
“Los ciclos políticos pueden cambiar, pero lo que no cambian son las necesidades de la sociedad y de nuestro pueblo. Lo ideal sería que los argentinos y argentinas bajemos tanto barullo en la política, veamos cómo el mundo ha cambiado, y nos dediquemos a construir nuestro futuro”, agregó.
Por su parte, el ministro de Economía, Sergio Massa, consideró que gobierne quien gobierne en la Argentina, cuando hablan de aumentar la superficie cultivable y la capacidad de riego, de lo que están hablando es de cuánto trabajo argentino le venden al mundo, y que eso también es distribución del ingreso. “Porque en los núcleos húmedos la rentabilidad está asegurada, pero en aquellas zonas áridas tiene que haber infraestructura e inversión del Estado”, enfatizó.
Argentina Irrigada es una iniciativa que apunta a dar respuesta a largo plazo para combatir las consecuencias del cambio climático y prevenir los efectos negativos de la sequía, además de impulsar la generación de empleo y mejores condiciones para el arraigo y el desarrollo de las zonas rurales.
De acuerdo a lo estipulado, el Plan Integral contempla 95 proyectos de infraestructura hídrica en 20 provincias para revitalizar la inversión en sistemas de riego sostenible a través de una inversión pública de 2.066,7 millones de dólares que, sumada a la inversión privada, llegará a los 3.232 millones de dólares.
De esta manera, se incrementará en un 90% la superficie irrigada, que en la actualidad cuenta solo con 2,1 millones bajo riego tecnificado.