Desde el Centro de Monitoreo Urbano (CMU) 9 de Julio, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, realizó un balance de las medidas adoptadas por la Ciudad de Buenos Aires para recuperar el orden público, tales como el desalojo pacífico de acampes y el control de los piquetes y las marchas.

“Hay un cambio de época que nos permite y nos obliga a ordenar de manera distinta el reclamo, la manifestación y la posibilidad de circular. Es un cambio de paradigma que creo que venimos cumpliendo y tiene que ver con que es el Gobierno el que define qué se puede hacer y cómo en el espacio público. No se puede hacer lo que cada uno quiere y nadie puede estar por encima de la Ley, que es la que rige y la que ordena. Nadie puede atribuirse formas de expresarse o normas de convivencia que vayan en contra de la Ley. Y creo que este primer mes lo hemos demostrado”, sostuvo.

En esa línea, resaltó el hecho de haber trabajado en algunas de las marchas que se llevaron a cabo en las últimas semanas junto a las fuerzas federales y el Gobierno Nacional, a la vez que reconoció la “buena voluntad” de muchos de los líderes de las organizaciones que entendieron que hay un Gobierno que define las normas, con la posibilidad de manifestarse, pero teniendo en cuenta los requerimientos y las formas para hacerlo.

Por otro lado, Macri destacó la importancia de que en las manifestaciones no haya encapuchados, así como tampoco objetos contundentes como palos y, por sobre todo, que no haya niños presentes en las mismas.

Finalmente y respecto a los operativos de desalojo en Plaza de Mayo, Plaza Lavalle y Plaza Congreso, el alcalde porteño contó que implicaron un trabajo en conjunto entre el Ministerio de Seguridad, el de Espacio Público y el de Desarrollo Humano.

En Plaza de Mayo, por caso, había una carpa de la comunidad QOM desde febrero del 2020, mientras que en Plaza Lavalle los ocupantes pertenecían al Tercer Malón de la Paz, de la provincia de Jujuy; y en Plaza Congreso quienes, residían en una edificación precaria, accedieron a retirarse.