Tal como suele ocurrir en vísperas de elecciones y si se tiene en cuenta el antecedente (para nada menor) de haber derrotado en el 2009 al propio ex Presidente Néstor Kirchner en las urnas bonaerenses, el diputado nacional Francisco De Narváez entendió que ya llegó el momento de salir nuevamente a escena para “probar el terreno”…
No fue por causalidad entonces, la batería de elogios que el legislador de origen colombiano le propinó al gobernador Daniel Scioli en momentos donde se discute quién será el sucesor de Cristina Fernández de Kirchner cuando ésta finalice su mandato. “Es el político más popular de la Argentina. Incluso, más popular que la Presidenta debido al buen vínculo que tiene con la gente…es lógico que piense en la presidencia para el 2015”, manifestó semanas atrás el ex dueño de Casa Tía.
Sin embargo y pese a que Scioli habría reconocido puertas adentro que le gustaría ocupar el sillón de Rivadavia en “algún momento”, desde su entorno mostraron cierta preocupación por los dichos públicos de De Narváez, ya que esos elogios se transformaron estruendosos cuando fueron oídos desde la Casa Rosada. “Estos dichos en relación al 2015, y más aún salidos de boca de De Narváez, perjudican mucho a Scioli en su relación con el gobierno nacional. Más allá de la intencionalidad con los que fueron hechos, parece que molestaron y mucho tanto en el kirchnerismo como en el sciolismo”, consideró por lo bajo un asesor del palacio gubernamental de la ciudad de La Plata.
De hecho, se comenta que el gobernador bonaerense, lejos de mostrar satisfacción por lo expresado por De Narváez, se ganó un nuevo (aunque ya conocido) dolor de cabeza, dado que su vice Gabriel Mariotto, uno de los “satélites” de la Rosada junto con los legisladores provinciales de La Cámpora, suelen intensificar la marca personal para con el ex motonauta dentro de la Legislatura, en ocasión que su figura (por voluntad propia o ajena) comienza a alejarse del oficialismo.
Además y como es sabido, Scioli ya cuenta con un “piso” de imagen propio y, según dicen, no le “soltarán la mano para dejarlo por las suyas”. Sin embargo, el mandatario provincial tampoco busca cruzar lanzas en lo inmediato con la Casa Rosada, puesto que la situación financiera de su distrito no soportaría hacerle frente a sus compromisos sin la ayuda económica que actualmente recibe de la Nación.
Es por ello, que desde el círculo íntimo del mandatario provincial, se preguntan cuáles serán las verdaderas razones por las que el diputado y empresario trajo el apellido de Scioli a escena, en un contexto de aparente paz entre las casas de gobierno nacional y bonaerense. ¿Buscó De Narváez generar un cortocircuito con sus declaraciones o, por el contrario, acaso le envío un guiño al gobernador de Buenos Aires de cara al futuro?