“Gracias Gregory Meeks, pte. de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de EE.UU., por el apoyo brindado a la Argentina ante el FMI. Esta acción marca el valor de la diplomacia parlamentaria en la relación bilateral, para avanzar en temas que nos permitan seguir creciendo y desarrollarnos”, fue el mensaje que escribió en su cuenta de Twitter el titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, justo el mismo día que se mostró sobre un escenario con la dupla presidencial en el marco de un acto llevado a cabo en Ensenada, donde sus protagonistas -como ya viene siendo habitual- rompieron los protocolos sanitarios vigentes por la pandemia, tales como el distanciamiento social y la acumulación de personas.
Por su parte, el parlamentario norteamericano se lo replicó por ese mismo medio diciéndole que siempre era un placer entablar un diálogo interparlamentario con él, “especialmente ahora que nuestro hemisferio se recupera del Covid-19. Es imperativo que todos se sienten a la mesa para encontrar una solución sostenible a largo plazo”.
Este, no es otro de los contactos que el líder del Frente Renovador ostenta en su virtual función, si se quiere, como “diplomático” dentro del Gobierno del Frente de Todos, puesto que en otras oportunidades también ofició de anfitrión durante la visita de representantes del Fondo Monetario Internacional (FM) al país, así como también de funcionarios de la administración norteamericana.
El caso más reciente, sin ir más lejos, fue el del enviado del gobierno de Joe Biden, Juan González, a quien agasajó, cual canciller, en su domicilio particular.
¿Cuál será, entonces, el interés de Massa por ser el encargado de dar el presente toda vez que un emisario del país más poderoso del mundo asoma por Argentina, teniendo en cuenta la ajetreada tarea por delante al estar, nada más ni nada menos, que al frente de una de las Cámaras del Parlamento?.
Si bien se trata de una respuesta que no saldrá por la boca del ex intendente de Tigre, hay quienes dicen que siempre procura tratar de mantener aceitada su agenda para cuando toque el momento de pensar en la construcción de un proyecto personal de cara al futuro.